¿Es el hígado recomendable?

Si es el hígado un alimento recomendable o no es una pregunta que me hacen con frecuencia.

El hígado es uno de los alimentos de origen animal más odiados y amados a la vez. Características como su color, olor y sabor son del agrado de muchas culturas; en cambio, algunas otras prefieren descartarlo de su dieta.

Seguro que alguna vez has escuchado que el hígado realiza una amplia variedad de funciones en nuestro organismo, entre ellas, almacenar una gran cantidad de vitaminas y minerales.

Es por esta razón que el hígado de ciertos animales, como la vaca, el cerdo o el pollo, es un alimento bastante completo que, sin duda, puede estar muy presente en tu alimentación.

No es una comida que se consuma de forma habitual en todas las casas, pero te recomiendo tenerla en cuenta si te interesa mejorar tu alimentación.

Propiedades del hígado

Entre las principales propiedades del hígado destaca el hecho de que aporta una gran cantidad de vitaminas y minerales a quien lo consume. Esto se debe a que es un órgano cuya misión es la de funcionar como almacén para este tipo de micronutrientes.

Las vitaminas y minerales que hacen al hígado un alimento recomendable, son: vitamina A, vitamina D, vitamina C, vitamina B12, ácido fólico (B9) y otras vitaminas del grupo B; asimismo, se encuentran en él minerales como el hierro, fósforo, calcio y un largo etcétera.

Más allá del aporte de micronutrientes, la composición del hígado hace de este un alimento altamente proteico. Además, sus proteínas son de alto valor biológico.

Cada 100 gramos contiene unos 25 gramos de proteínas y 5 gramos de grasa, lo que se supone un aporte calórico bastante reducido de, aproximadamente, 150 kcal.

Esto hace que se adapte muy bien a los procesos de pérdida de grasa o de construcción de masa muscular.

Consumo del hígado

El hecho de poseer una densidad de micronutrientes tan alta hace del hígado un alimento que no debe ser consumido a diario.

Algunos de los minerales o metales que almacena pueden suponer una dosis demasiado elevada para tu organismo, en caso de que la frecuencia de consumo sea muy alta.

Una ingesta recomendada para la población general podría ubicarse entre 100 y 300 gramos por semana. Pero por supuesto, esto siempre va a depender del contexto de cada persona.

En resumen, el hígado sí es un alimento recomendable siempre y cuando se controlen las cantidades en la que se consume. Y si quieres aprender una técnica que yo mismo aplico para regular porciones y distribuir mis comidas diarias, échale un vistazo a este artículo en donde hablo sobre el ayuno intermitente.

Recetas con hígado

Existen una amplia variedad de recetas con hígado. Aunque puede comerse en preparaciones tan simples como el hígado a la plancha, te dejo algunas ideas que te ayudarán a darle una vuelta a su consumo:

Hígado encebollado        

El hígado y la cebolla son un matrimonio perfecto. Esta es la forma en la que yo cocino un exquisito hígado encebollado.

Ingredientes

• 300 gramos de hígado de res o cerdo en filetes.
• Una cebolla grande.
• Sal y pimienta al gusto.
• Un chorro de aceite.
• Perejil al gusto.

Preparación

1. Pela y trocea la cebolla finamente.
2. Es momento de pochar la cebolla. Cocínala con un poco de aceite hasta que empiece a dorarse.
3. Sobre una tabla, espolvorea sal y pimienta a gusto encima de los filetes de hígado y dóralos por ambos lados en un sartén.
4. Posteriormente, añade los filetes a la sartén o cazuela donde tienes la cebolla. A fuego medio, mezcla ambos ingredientes de forma adecuada y cocina durante algunos minutos.
5. Pica finamente un poco de perejil y espárcelo sobre tus filetes de hígado al momento de servir.

Esta cantidad de ingredientes es para una persona.

Te recomiendo comer tu hígado encebollado recién bajado de la cazuela, ya que de lo contrario el hígado puede comenzar a endurecerse.

Hígado al vino tinto

Las carnes oscuras combinan a la perfección con el vino tinto. Así es como me gusta preparar un buen salteado de hígado con algunas verduras y un chorrete de vino.

Ingredientes

• 300 gramos de hígado de res o cerdo.
• 2 ramas de puerro (la parte blanca).
• 1 copa de vino tinto.
• Un chorro de aceite.
• Sal al gusto.

Preparación

1. El primer paso es picar el hígado en cubos o dados.
2. Acto seguido, añade en un sartén o cazuela un chorro de aceite. Cuando esté bien caliente ingresa los cubos de hígado y ponles sal al gusto. Asegúrate de que queden bien dorados por todos sus lados.
3. Pica el puerro en trozos pequeños y añádelo.
4. Cuando veas que el hígado está bien dorado y que el puerro está blanco, es momento de echar la copa de vino tinto.
5. Lleva el fuego al mínimo y deja reducir en una sartén tapada.
6. Pasados 5 minutos, rectifica el punto de sal y deja cocinar un par de minutos más.
7. Ya es momento de servir.

Además de puerro, a esta receta la puedes combinar con cualquier verdura de tu preferencia. La zanahoria le viene bastante bien.

Hígados de pollo al ajo

Lo que más me gusta de estos hígados de pollo al ajo, además de su sabor, es que en menos de 20 minutos tienes una comida espectacular.

Ingredientes

• 500 gramos de hígado de pollo.
• 5 dientes de ajo.
• 1 cebolla grande o 2 cebollas medianas.
• 1 vaso de vino blanco.
• Sal y pimienta al gusto.
• Perejil al gusto.
• Un chorro de aceite.

Preparación

1. Empieza por pelar la cebolla, los dientes de ajo y picar todo finamente.
2. Cubre todo el fondo de una cazuela con aceite. Cuando ya esté caliente, cocina la cebolla y el ajo con cuidado de que no se quemen.
3. Luego de 5 minutos, trocea los hígados de pollo e incorpóralos a la cazuela.
4. Agrega sal y pimienta al gusto y rehoga todo por aproximadamente 3 minutos a fuego bajo.
5. Luego, agrega el vaso de vino y el perejil bien picado.
6. Cocina a fuego lento hasta que el vino se reduzca en su totalidad y los hígados queden fritos.
7. Sirve mientras aún está caliente.

Como verás, el hígado no solamente es recomendable, también es delicioso y fácil de preparar.