Ayuno intermitente

Vas a escuchar una gran cantidad de razones por las que cierta gente recomienda el ayuno intermitente.

A continuación, encontrarás varios de estos motivos explicados y valorados. Espero que te ayuden a saber cuándo y por qué te vendría bien o mal practicarlo. 

Si no conoces exactamente lo que es el ayuno intermitente o qué requisitos debe cumplir, no te preocupes, te lo explico a continuación.

¿En qué se basa el ayuno intermitente?

El ayuno intermitente se basa en establecer una ventana de tiempo tanto para ayunar como para ingerir las comidas, dentro de un periodo de 24 horas.

Aunque existen distintos tipos, el más común suele ser un ayuno de 16 horas, seguido de 8 horas en las que se incluirán todas las ingestas del día.

Aunque pueda sonar raro, sería “tan sencillo” como cenar a las 22:00 y no volver a comer nada hasta las 14:00.

En este ejemplo se eliminaría tanto el desayuno como la comida de media mañana. Sí, aquella frase de “el desayuno es la comida más importante del día” es un mito.

Es otra comida más dentro del total del día, ni más ni menos importante que el resto, por lo que podemos prescindir de ella sin ningún tipo de problema.

Nuestro organismo es mucho más listo de lo que creemos y no necesita con urgencia una ingesta de alimentos por haber estado una noche durmiendo.

Centrándonos en lo que aplica al ayuno intermitente, vamos a ver las principales razones por las que se suele seguir esta práctica y cuáles de ellas son correctas.

El ayuno intermitente supone muchos beneficios a nivel de salud

Ojo, esto no es tan bonito como suena o, por lo menos, no tal y como crees. La literatura científica actual no ha determinado que el ayuno intermitente supone muchos beneficios a nivel de salud.

Generalmente, se explica que esta práctica podría:

• Mejorar marcadores de salud mediante una mejor resistencia a la insulina y/o leptina. También, podría regular los niveles de triglicéridos y colesterol en sangre.
• Mejorar la función mitocondrial y generar una mayor flexibilidad metabólica. 
• Favorecer la autofagia (el famoso efecto antienvejecimiento).

Ahora viene el “pero”:

Es muy común que el hecho de seguir un protocolo de ayuno intermitente (eliminar desayuno y almuerzo) se traduzca en reducir el número de kcal ingerido en un día.

Es decir, al hacer menos comidas, es habitual que comas menos durante el día.

Esto supone que en muchos casos el ayuno intermitente tiene como consecuencia una restricción calórica. Y es justo aquí donde existe controversia en la literatura científica actual.

La mayoría de los estudios asocian los beneficios en cuanto a la salud a la restricción calórica que provoca y no propiamente al ayuno intermitente.

Por lo tanto, estos beneficios se conseguirían gracias a una reducción en la cantidad de calorías consumidas y su consecuente pérdida de grasa corporal, independientemente de si haces ayuno intermitente o no. 

El ayuno intermitente se adapta a mi vida  

No me parece que exista una mejor razón. Nuestra filosofía de trabajo se basa en un alto nivel de flexibilidad, así que esto también aplica para el horario de las comidas.

Si no tienes hambre al levantarte, si prefieres no invertir tiempo en preparar tu desayuno, si no te supone ningún problema el no desayunar, o si el hecho de eliminar estas comidas te ayuda a conseguir la restricción calórica que buscas, entonces el ayuno intermitente es un protocolo perfecto para ti.

En una dieta normocalórica el uso del ayuno intermitente dependerá totalmente de tu adaptación a él, pero su utilidad podrá variar dependiendo de tu objetivo.

Si buscas una restricción calórica que te ayude a perder grasa corporal, el hecho de eliminar el desayuno y el almuerzo puede hacerte más cómodo el proceso.

En cambio, si buscas un superávit calórico, tendrás que valorar si te resulta cómodo incluir todas las kcal concentradas en 8 horas o si prefieres hacerlo de forma más repartida. 

Del mismo modo, puede pasarte que estés muy acostumbrado a desayunar y almorzar.

Si este es tu caso, realizar ayuno intermitente puede hacerte sentir incómodo y cansado durante la mañana, o que llegues con mucha ansiedad a la primera comida.

Todo tiene un periodo de adaptación, pero también puede que el ayuno intermitente no se adapte a ti.

Bajo este panorama, no merece la pena que lo pases mal solo porque el ayuno intermitente es el protocolo de moda.

No te va a aportar ningún beneficio que no te pueda aportar una dieta equilibrada, un entrenamiento adecuado y el hecho de mantener una composición corporal saludable. 

Recuerda: Sé flexible

Muchas veces me hacen preguntas como: si realizo ayuno intermitente, ¿puedo tomarme un café con leche para desayunar?

Si has llegado hasta aquí, creo que tú mismo podrás responder a esta pregunta.

La leche contiene kcal, por lo que estarías “rompiendo” ese ayuno.

Pero como ya te expliqué antes, los beneficios del ayuno intermitente están más relacionados con la restricción calórica, así que no ganas nada con el hecho de ser estricto.

Si te gusta el café solo, adelante; tu ayuno seguirá siendo estricto. Si te gusta el café con leche o si quieres comerte una fruta, adelante; los beneficios seguirán siendo los mismos. 

Como resumen, es importante que te quedes con la idea de que el ayuno intermitente es solamente un protocolo de reparto de comidas.

La elección de usarlo o descartarlo dependerá únicamente de si se adapta a tu vida y objetivos o no. 

Lo importante siempre es el equilibrio. Aliméntate de forma equilibrada (y flexible), muévete y entrena; estarás apostando por tu salud.

Si quieres saber un poco más sobre el ayuno intermitente, aquí te dejo un episodio de mi podcast No Lift, No pizza, donde profundizo mucho más en el tema: